1º El modelo de referencia teórico.
2º Un poco de historia.
El modelo de referencia teórico
Desde la Teoría de la Prevención de Recaídas aportada por G. Alan Marlatt de orientación conductista hasta su obra póstuma Prevención de Recaídas en conductas adictivas basada en Mindfulness ( MBRP) hay todo un recorrido con una serie de referentes como son Mindfulness para la Reducción del estrés ( MBSR) de Jon Kabat-Zin y Terapia cognitiva basada en Mindfulness (MBCT) de Zindel Segal.
La propuesta práctica es contemplar de una manera compasiva los pensamientos, sensaciones y emociones implicados en nuestro comportamiento para poder modificar la cadena conductual recurrente que interviene en una recaída de consumo de drogas.
Parece necesario recordar que el citado Programa mantiene una relación coherente con el resto de intervenciones propias de un programa multicomponente, como es el Programa del Centro de Tratamiento de Adicciones El Valle.
Un poco de historia
Desde una óptica histórica la incorporación de las técnicas de meditación en las citadas terapias de orientación cognitiva-conductual es una forma operativa de fusión cultural.
La razón de incluir este apartado antes de iniciar el desarrollo de este programa, está fundamentada en el hecho de que las técnicas que se proponen proceden de culturas no siempre conocidas por las personas a las que se dirigen estas sesiones. Estas culturas corresponden a una cosmovisión que engloba filosofías y sistemas de creencias muy diversas; budismo, zen, hinduismo, yoga, etc. El impacto del pensamiento oriental en occidente es secular, influyó en la filosofía europea y sus técnicas están presentes en los rituales de la mayoría de las religiones.
El Mindfulness como técnica de focalización de la atención en el momento presente se apoya en diversos elementos sensoriales como centros de atención:
– La propiocepción de la respiración y su ritmo regular.
– Focos visuales, como la llama de una vela y los mándalas.
– Focos acústicos, como las letanías, los mantrans, entendidos estos últimos, no en su acepción de metamensajes sino como sonido puro emitido a una ritmo regular.
– Foco táctil, como el rosario, tasbih o másbaha.
Cabe recordar, por tanto, que no hay nada novedoso en estas prácticas, todo lo contrario, son prácticas ancestrales de gran soporte literario y empírico.
La novedad reside en sus aplicaciones y en los procedimientos de falsación a las que han sido sometidas desde las técnicas neurobiológicas actuales.
Una nueva experiencia requiere un nuevo lenguaje.
Dichas filosofías aportan un lenguaje propio repleto de figuras, analogías y metáforas destinadas a ilustrar, animar o inspirar las prácticas y sus fines.
La aplicación de las citadas técnicas requiere el uso de un lenguaje coherente con la cultura del Grupo Objetivo, por lo que merece la pena hacer un esfuerzo de traducción, relacionando los términos propios con experiencias y significados comunes para acercarlo a nuestro esquema cultural. Una vez más, al igual que en otras sesiones es conveniente evitar tecnicismos y terminología peculiar a la vez que extraña.
Para hacer la traducción, el terapeuta necesita documentarse y entender los significados de aquellos términos más relevantes. Por ejemplo; Atención Plena y Mindfulnees no son términos coloquiales y su significado deberíamos construirlo a partir de elementos culturales propios. Un término que se acerca a Atención Plena es “Contemplación” en cuanto a que se refiere a la cuidadosa atención que le podemos dedicar al momento presente. Llegado a este punto parece que la dificultad reside en el objeto de atención elegido, en este caso, el momento presente, el instante infinito que se resiste a ser revelado por la emergencia incesante de nuestros pensamientos, emociones y sensaciones.
¿Cómo se mira a si misma la vida misma? Con muchas dificultades. El primer paso es entender que solo parándonos somos capaces de observar. El segundo paso es entender que nuestro cerebro es un órgano respondiente y nuestros pensamientos son productos inestables, surgen del pasado en forma de recuerdos y del futuro en forma de deseos, fluyen de manera caótica y solo podremos “verlos” retrospectivamente. La manera de abordar las primeras experiencias de Atención Plena requiere una actitud paciente y disciplinada ya que solo a través de la práctica rutinaria se logran los resultados.
Serapio de la Lama López. Educador Social del Centro de Tratamiento de Adicciones El Valle