Lo que está en el centro de los problemas de ansiedad es el miedo al miedo, el temor a tener sensaciones de descontrol; a lo que se le suma el desgastante y limitante trabajo de hacer todo lo posible por evitar, por no contactar con dichas experiencias como un requisito para poder vivir. Estos esfuerzos son contraproducentes por sus efectos multiplicadores o rebotes que originan y por las limitaciones que suponen en aspectos valiosos de la vida personal. Y es éste justamente el punto en el que la ansiedad se trasforma en desorden, cuando la lucha termina limitando la vida personal.
Los intentos por controlar y suprimir ciertos pensamientos, emociones y/o recuerdos son útiles a corto plazo, el uso prolongado de este tipo de estrategias a lo largo del tiempo resulta, paradójicamente, en un incremento de la frecuencia de dichas experiencias internas.
Las conductas de evitación y escape respecto de los estímulos percibidos como amenazantes, así como las estrategias para cambiar la forma y la frecuencia de los pensamientos ansiosos, colaboran en el origen de la ansiedad.
Los intentos por modificar esas experiencias personales se llevan a cabo de diversas formas como la supresión de pensamientos, intento de control de pensamientos o emociones, conductas de evitación, etc. Esta tendencia por parte del paciente hace que esos estímulos indeseables estén más presentes en el pensamiento y en la conducta.
Se propone, pues, el abandono de cualquier intento de controlar o de modificar las experiencias personales (pensamientos intrusivos, imágenes o síntomas de pánico, etc). Para ello es necesario aprender a tomar distancia de los eventos internos, práctica de la atención plena, establecer valores personales e iniciar una acción comprometida.
El modelo de la TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO no contempla el manejo de la ansiedad como un objetivo terapéutico en sí mismo, sino el principal problema a resolver en los trastornos de ansiedad. Las intervenciones basadas en el proceso de aceptación, como un mecanismo opuesto al control, pueden resultar muy útiles en la reducción de la evitación propia de los pacientes ansiosos.
María Álvarez Arias. Psicóloga del Centro de Adicciones El Valle. Psicóloga Especialista en Psicología Clínica.